Se mueve la guirnalda.
Constantemente, de forma indefinida, tensa del hilo.
Es hueca. Contiene la ciudad, los edificios y el sol.
Mis ojos son dos guirnaldas.
Constantemente, de forma indefinida, tensan del hilo.
Son huecos. Contienen el recorte de cada momento, la realidad, más no el significar.
Pintoresco es el lugar.
El cuadro está frente a mí y yo no estoy en él.
Es una armonía intocable e inalcanzable.
Quizás pertenezco aquí.
Si no me muevo , ¿realmente pasa el tiempo?
Ahora soy una pincelada invisible dentro de él.
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