Siempre es para siempre, pensé hace nunca.
Nos dimos de la mano
Y nos miramos a los ojos,
Sólo por eso prometimos
Lo que por embrollo del destino
En realidad, no se puede prometer.
Éramos uno del otro
Antes de saber quién éramos nosotros
Asegurando un futuro en tinta
Lo que en realidad son trazos de carbón al azar.
Me pintaste la boca de sueños rosados,
Lazos dorados,
Casas, e hijos, y una vejez ideal.
Nos robamos los sueños
y
Nos dejamos de mirar.
¿Quién dice que nos separaremos para siempre?
Preferible…
Cuán preferible
Pintar, de
nuevo, un sueño más.
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