Mendiguemos cariño un rato, a nosotros que nos ha faltado amor
No me molesta donarte por hoy mis besos, dicen que escasea el cambio, ¿no?
Mientras me despedís con tus ojos con expresión agridulce,
intento capturar el momento preciso en el que el calor de tu tacto se enfría con la nueva soledad.
El cuerpo me tiembla en dudas que al fin y al cabo no terminarán de aclararse
hasta que de lejos te extrañe y necesite ese amor de un rato que me durará en los labios
No teníamos preguntas para hacerle al otro, más que la de nosotros mismos
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